top of page
Buscar
  • Foto del escritorMedicapelli Skin & Hair

El cuidado personal en la figura masculina ya no es un mito

Actualizado: 7 sept 2018

A los hombres de hoy en día les preocupa su aspecto y quieren lucir lo mejor posible, ya sea porque son conscientes del impacto positivo de una “buena cara”, simple vanidad o porque al verse al espejo se sienten bien con ellos mismos.


Cual fuera la razón, el cuidado personal masculino o Grooming ha sufrido una explosión brutal en los últimos años, pero, aunque no lo creas, la cosmética masculina ha existido siempre y aquí te damos una breve reseña histórica de su evolución a través de la historia.


El cuidado personal en las civilizaciones antiguas

Ya desde el antiguo Egipto, 7800 A.C., donde la belleza era un culto, se ha comprobado la existencia de fórmulas compuestas con grasas de animales, plantas y minerales cómo el óxido de hierro o el magnesio que tenían cómo objetivo la protección de la piel contra los rayos solares.


Fueron también los egipcios los que introdujeron la limpieza corporal y facial con el uso del jabón. Cómo desodorante utilizaban bolas de incienso perfumadas, con las que se frotaban el cuerpo.


Grecia, fue la civilización de la belleza con un culto inusitado al cuerpo, donde se utilizaban todo tipo de aceites extraídos de plantas para mantener la piel pálida y tersa.


Esta misma obsesión por el cuidado personal se mantuvo hasta el Imperio Romano donde los hombres se depilaban, peinaban y utilizaban productos para mejorar el aspecto de su piel. De hecho, Galeno en el siglo II D.C. recopiló una fórmula de agua, aceite y cera que ha formado la base de las cremas que conocemos hoy en la actualidad.



Un cambio en el culto al cuidado personal

En la Edad Media la pobreza, las guerras y las epidemias produjeron que la cosmética fuera casi abandonada, el culto al cuerpo se fue dejando, la vanidad o el culto al cuerpo eran incluso considerados como pecados y la higiene personal era llevada al mínimo.


En el Renacimiento se volvió a la ostentación y el lujo, aumentando también el consumo de aceites y sobre todo de perfumes fuertes que disimulen los olores corporales propios de una higiene corporal mínima.


Ya a mediados del siglo XVIII, se desata una época de uso excesivo de productos cosméticos por parte de las mujeres, conocida como la fiebre del colorete. Es en esta época donde la belleza y el cuidado personal adquiere cierto halo de feminidad y aleja a los hombres de ella.


Al final del siglo XIX se retoma las costumbres higiénicas y a practicarse el baño con jabón, es donde la industria de la cosmética sufre su mayor explosión.



Los tiempos modernos en el cuidado personal

Hasta mediados del siglo XX, la imagen masculina no era otra que la de un hombre corpulento, fuerte, invulnerable y protector. Su cuidado personal constaba de un reducido grupo de productos, cuyo único fin era la limpieza corporal y el afeitado.


En 1950 nace la primera marca de cosmética masculina “Gureli” y también aparecen los primeros productos para poner la piel más morena. Sin embargo, estos preparados, en gran medida por sus formulaciones y por su alto contenido alcohólico, ayudaban poco a mantener una piel nutrida e hidratada, preparada para afrontar con éxito el paso de los años.


Y es a mediados de los 70 donde empezaron a manifestarse las primeras preocupaciones del hombre por la estética, el acné y la calvicie, estas fueron las primeras preocupaciones masculinas. Es el momento donde la imagen personal empieza a tomar fuerza como símbolo de éxito profesional dentro de los negocios, para comprobarlo basta con echar un vistazo a la imagen impecable de Don Draper en la serie de culto Mad Men.


Aparición del Grooming Masculino

No es hasta los años noventa cuando realmente se desarrolla una importante transformación en el concepto estético y en el año 1994 el periodista británico Mark Simpson acuño el termino Metrosexual, desde ahí, el mundo empezó a cambiar y ya nada volvió a ser lo mismo.

Personajes como David Beckham popularizaron el termino y colocaron dentro de la cabeza de los hombres al Grooming como un ritual que no está reñido con la masculinidad o virilidad, sino todo lo contrario, se añade a ella y la complementa.


Más de 30 años después, el término acaba en desuso, surgen nuevas etimologías y tribus, pero en todos los casos se evita el aspecto descuidado. Incluso las barbas, símbolo inequívoco de la virilidad masculina, requiere de productos para su correcto cuidado y aseo.


Hoy en día el cuidado de tu aspecto y lo que transmite es vital en la sociedad. Una apariencia pulcra y cuidada es siempre bien recibida y sinónimo de éxito, razones suficientes para que le dediques algunos minutos y nada mejor para ello que una línea ideada específicamente para las necesidades de la piel del hombre y sobre todo 100% natural como Homo Naturals.




30 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page